¿Cómo reconocer a un Francés?

No es necesario tener una intuición agúda o una varita mágica. Un Francés se reconoce fácilmente y no gracias a su boina roja y a su baguette bajo la axila, es un poco más sútil que eso. Enseguida, una pequeña guía práctica para convertirse en detector imparable de Franceses.

La actitud

El color o la religión no son criterios válidos para reconocer a un Francés. Más bien, hay que poner mucha atención a la actitud y a los gestos. Esto no quiere decir que hay que fijarse en una boca fruncida o una nariz altanera. Esos son puros prejuicios. Mejor véanlo hablar y entenderán que, como los Italianos, hablan con las manos y comunican con sonidos que sólo se aplican a la lengua francesa por muy paradójico que esto parezca. Sólo en Francia se ve a gente frotarse la mejilla con la mano para mostrar su aburrimiento.

Otra manera de reconocer a un Galo es observando con mucha atención el aire que expulsa por la boca y que hace pff. En francés, esto significa que la persona en cuestión expresa su desaprobación y tantas cosas más que se entienden gracias al contexto. Este es un ruido entre otros que son más elocuentes que las palabras. Si se entienden claro. ¿Muy difícil? Eso no es nada.

Siguiéndo con el tema de la actitud y la comunicación, hay algo que se nota en el lenguaje de una francés : la buena educación. Sin ser obsequioso, el Francés dice cada vez que puede «gracias»,  » buenos días », «buen provecho» y hasta ha inventado formulas curiosas como «buen fin de apetito» que dejan perplejo a más de uno. Y si nuestro sujeto de estudio habla así no es porque su mamá lo educó bien, es su amor por los códigos. Todo en la sociedad francesa está profundamente codificada. Una herencia lejana de la monarquía sin duda.

Una vez que se comienza a comprender eso, es mucho más sencillo detectar a un Francés. Aún más cuando la persona en cuestión facilita la tarea estando en el extranjero. Este aventurero lleva con orgullo una sudadera verde rana o naranja fluorecente como si fuera a escalar. Recorre las ciudades desconocidas con zapatos de marcha y una mochila bien cargada de explorador. Si no se puso el uniforme de turista, tiene un look mas chic y casual : un saco arrugado sobre una camisa ligera igualmente arrugada que no han visto el interior de una lavadora desde hace mucho.

La gastronomía

No es por nada que la gastronomía francesa entró al patrimonio inmaterial mundial de la UNESCO el año pasado. La variedad y la riqueza de platos son un verdadero orgullo nacional. Aunque los platos más consumidos en Francia son el sushi, los kebabs (especie de sandwich turco), las pizzas y el cuscus. Eso sí, los croissants tienen tanto éxito como se cree.

Los vinos

Cuando se piensa en el Francés se le vee con un cigarro en una mano y una copa de Bordeaux en la otra. En cuanto al cigarro, no es del todo falso, pero con el aumento de los precios y la prohibición de fumar en los interiores, el Francés ya no es la mítica chimenea de las películas. ¿Y el Bordeaux? Según los viticultores, la cultura del vino de ha perdido en el país. Juzgándolo caro, las nuevas generaciones no acompañan sus comidas con vino de mesa y los jóvenes prefieren los licores fuertes : los tequilas (de mala calidad) y los mojitos (mal hechos).

Las cenas entre amigos

La buena comida y la bebida se comparten. Para reconocer un Francés en una cena, basta con memorizar tres simples palabras. Sexo, alcohol y comida. El rock es para luego. Las conversaciones entre amigos tornan a menudo alrededor de estos temas. Se podría agregar la política, pero no vamos a complicar la cosa.

Las vacaciones

¿Cómo reconocer a un Francés que regresa de vacaciones? No, no es su bronceado, ya está planeando sus próximas vacaciones. Y con mucha razón, ya que puede escoger entre las vacaciones de octubre, de invierno, de Semana santa, los puentes de mayo…

La depresión

Después de las vacaciones, los Franceses y Francesas, en particular, se deprimen la mitad del año en la espera del regreso del sol. Es sin duda porque pueden darse ese lujo. Procurarse algo de Prozac no es del otro mundo. ¡ Hay farmacias por todos lados ! La razón sigue siendo un misterio. El seguro social privilegiado con su gigantesca deuda pueden ser una explicación.

¿ Se puede reconocer a un Francés por su olor ?

No, eso es un cliché vehiculado por Warner y su Pepe Lepew odorante.  Francia no sería el país de los perfumes si fuera así. Pero si por mala suerte se cruzan con un apestosín de seguro le tocó jugar a la sardina en el metro parisino o porque acaba de correr. El Francés es muy deportivo.

Las contradicciones

Si todos estos indicios no son suficientes para reconocer al Francés, hay que platicar con él. Si al cabo de una hora no han entendido nada, no hay problema. No es la barrera de la lengua, usted acaba de confrontarse con las contradicciones de su interlocutor. Son tan variadas y numerosas como los quesos o las buenas maneras. Para comprender, recordemos un ejemplo anterior : el Francés venera su foei gras pero come pizzas más seguido.

La versión en francés está aquí

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