Los cultivadores de bananos están en alerta máxima. La fusariosis o la enfermedad de Panamá, un hongo que ataca los platanares hasta la raíz, amenaza la producción de América Latina. Es la pesadilla de todos los productores ya que no hay cura y el patógeno circula muy fácilmente. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) insta a la comunidad internacional a que se tomen medidas urgentes ante el resurgir de una de las enfermedades más destructivas del banano.