Para producir un litro de Coca Cola se necesitan dos litros de agua. Solo que en el municipio de Nejapa, a pocos kilómetros de San Salvador, casi toda el agua subterránea va a parar a la planta de la empresa Constancia/Sab Miller, una multinacional que produce y distribuye refrescos en América Central. La fábrica, de donde salen 100.000 cajas de bebidas al día, desea ampliar sus instalaciones para embotellar productos de otra marca. Lo que es inaceptable para la población, confrontada a la escasez de agua.