Más de 500.000 hombres, mujeres y niños han cruzado las fronteras de la Unión Europea en lo que va de este año. Un récord. Entre ellos la mayoría son sirios e iraquíes que huyen de la guerra y de la amenaza del grupo Estado Islámico. Alemania o los países nórdicos representan para los refugiados una alta atractividad por su sistema de asilo y prosperidad económica. Ante la afluencia de miles de personas, estos países no dan abasto. Francia entonces ha decidido recibir unos 24.000 refugiados en dos años. En un centro acuático de la región parisina, en Cergy-Pontoise, los primeros iraquíes y sirios se están adaptando a una nueva vida lejos de las bombas.